La botica de Berg


Al llegar a quinto año, partición del curso mediante, lo lógico fue que mis compañeros que quedaron en 5to 1ra y los que quedamos en 5to 2da tuviéramos profesores diferentes en casi todas las materias. En algunos casos implicó que nosotros tuvieramos que ver caras nuevas mientras que nuestros compañeros seguían con nuestros clásicos profesores. Se dió ese caso tanto en Contabilidad como en Merceología. Mientras mis compañeros exiliados a 5to 1ra continuaron con Lamalia los que quedamos en 5to 2da tuvimos como docente ese año a un viejo boticario de apellido armenio cuya farmacia quedaba por la calle Salta, en Gerli.
Hombre ya mayor en aquellas épocas, con muchas canas y poco control de su mandíbula. Los que habían estado en 4to 3ra lo habían tenido como docente y el porcentaje de alumnos que se la habían llevado era bien inferior al tendal de bochados que había dejado Lamalia en su paso por mi curso. Supuse que haber aprobado con la profesora más temible de toda la historia del colegio me llevaría naturalmente a aprobar Merceología de quinto con este buen hombre cual juego de niños. Pero no fue así.
Dormirme en los laureles fue un riesgo que siempre corrí y corro (aun cuando mis laureles de hoy día no son más que los del estofado). Un 4 como primera nota del año no era nada alentador pero considerando que en todo el primer trimestre practicamente no le di pelota a esa materia haber cerrado con un 5,50 no estaba nada mal. Que diferentes que eran las horas de Merceología a las del año anterior! No eran como horas libres pero casi. Mucha distensión, tranquilidad, sin sobresaltos.
En el segundo trimestre subí mi nota pero aun así debía sacarme un 8 en el último para aprobar. Arranqué con un 1 lo que selló mi suerte. Todavía no recuerdo por qué decidí seguir esmerándome pero aun conservo la prueba escrita del 19 de noviembre (casi fin del año lectivo) donde me saqué un 9 con la ayuda de Eduardo. Aun así mi nombre ya estaba escrito en la lista de los que debían presentarse en Diciembre.
Me presenté sabiendo poco. Confiaba en que el boticario (que a diferencia de Lamalia siempre me sonreía) me la iba a hacer facil. Al llegar a la mesa me doy cuenta de dos cosas: primero que Lamalia estaba allí y segundo que no se quedaba al margen sino que hasta se hacía cargo de tomar algunos exámenes de alumnos de su colega. Y a quién eligió Lamalia para tomarle el examen de diciembre? Sí, a mi. Me miró con su típica cara neutra. Ambos sabíamos que lo mio era un despropósito. Debo haber sido el único alumno en años que aprobaba con ella en 4to y se la llevaba con el bondadoso boticario en 5to. La química orgánica me gustaba menos que la inorgánica pero tenía la particularidad que hablaba de cosas más concretas. Una Merceología que estudiaba los productos que cualquiera tenía en su heladera era más pensable, más concreta. Es más facil entender qué pasa con el yogurt o el queso cuando son adulterados que intentar imaginar cómo son el permanganato de potasio o la limonita.
Lamalia, como era de esperar, no me la hizo facil. Pero tampoco se puso densa. La suerte me acompañó porque me preguntó cosas que yo sabía como qué pasa cuando la carne vacuna está "abombada" o cómo se puede adulterar el jabón. Cosas que me serían muy útiles si me hubiera dedicado a otra cosa pero de las cuales no está de más tener una vaga idea.
En un momento Lamalia miró al boticario que le hizo un gesto como indicando que ya era suficiente. Tuvo ganas Lamalia, pero no pudo. Me puso un lastimoso 4 y me fui contento a casa. A seguir estudiando porque, como cada uno de los años en el colegio, el futuro perito mercantil se había llevado Contabilidad una vez más.

3 hablaron:

ANA dijo...
6 de noviembre de 2009, 12:47

Limonita!!!!apodo de una compañerita que no recordaba su origen!!!!

nuncameolvidedeustedes dijo...
6 de noviembre de 2009, 15:42

jajajaja, me acuerdo de esa compañerita!!!!!

Anónimo dijo...
1 de diciembre de 2009, 10:16

Berg.. un fenomeno, de tipo... muy humilde, lo tuve en 4 y 5 año..
Er de los que creia que se podia cambiar con solo tomar un compromiso,y dar su palabra
nos borrabamos de su clase por mil motivos, cruz roja, centro de estudiantes , coro, y mil mas.
Era bastante facil entender lo que explicaba, y no habia que estudiar demasiado(muy zafable al lado de Amalia)
Nos descubrio una vez fumando en el baño juanto al negro gonzalez, onmar sarpero , el chavo y willy castellano, y opto por pedirnos regresar al aula.
podia habernos expulsado del colegio, sin embargo, prefirio elegir, tomarnos leccion la clase siguiente, con nuestra palabra que cumpliriamos y no faltariamos a clase..