Yo elegí handball

Fui el único de mi división en conocer una base militar por dentro en carácter de conscripto. Ninguno de mis compañeros varones conoció el rigor de la vida militar; aunque sí todos pudieron hacerse una idea a partir de la Educación Física que tuvimos. Un profesor militar, o ex militar, nunca lo tuve muy claro. Lo cierto es que la cosa era “alinear SE”, “vistalfren TE”. Un día uno del otro curso apareció con un pantaloncito floreado. “Lo felicito Cespi, lindo pantalón. Una pregunta: hay para hombres también?” Uoooooh! Risa gozadora. Porque este profesor así como amaba la disciplina también estimulaba las risas de goce.

En la primera semana de segundo año vinieron a pedirnos que eligiéramos nuestro deporte para Educación Física. Fiasco total para la gente que eligió volley porque al final terminaron jugando al handball. La pregunta iba y venía por toda el aula: “vos qué elegiste? Y vos?, Y vos?” Yo elegí handball, yo elegí handball. Lo repetí como veinte veces. Me gustaba la sonoridad de la frase. Si bien yo sabía pararme en una cancha de volley me pareció interesante este otro deporte del que poco sabía, nunca lo había visto jugar (ni por la tele) pero tenía la particularidad de que la pelota se agarraba con la mano. Como jugador de basquet que yo era creí ver en ese punto a ventaja. Y ahí fui.

Supongo que las chicas se divertían en sus clases de Educación Física. Para los varones no era precisamente un espacio de diversión. Todo lo contrario. En el campo de deportes del colegio no se jodía. O al menos los alumnos de este profesor (por aquellos años casi todas las divisiones del colegio) sabíamos que a pelotudear no íbamos.

Dos veces por semana, uniforme reglamentario y encima uno de esos dos días era el sábado al mediodía!. Sí, no era el año 1940 pero igual tenía que ir a la escuela un sábado. Los federados de basquet no podíamos ir el sábado más allá del mediodia por cuestiones de fixture así que este profesor nos hacía ir a las nueve de la mañana a todos los que jugábamos en Social, en Lanús y en el desaparecido Bet Am. Ahí me veía con algunos que eran mis rivales o habían sido rivales de mi hermano. Recuerdo a Crupi, Feiguelblat, Riera y tantos otros. Interesantes esas clases de sábados, no? Además de ser nuevo estaba solo y era el más chico. Catorce años, aun si haber pegado “el estirón” mezclado entre monos de más de 1,80 m, jua! Los basquebolistas teníamos nuestra clase junto con 4to 1ra nacional. Nada que ver!!!! Igual se armaban unos buenos partidazos en los que fui aprendiendo un poco sobre el balonmano Con todo este entrenamiento sabatino los lunes con mis compañeros se hacían cada vez más llevaderos.

A fin de año se hacía la clásica “Fiesta de Educación Física” que tenía un momento emocionante: el partido de handball entre comercial y nacional. Este profesor armaba dos combinados con las estrellitas del handball escolar. Casi siempre gente de 4to y 5to. En 1982, el combinado de comercial lo integraron tambien tres jóvenes promesas de 3ro 2da: Flavio (pura potencia por el wing izquierdo, difícil de contrarrestar), Gustavo (que atajaba los penales sentado en una silla) y este gil que un dia de su adolescencia cambió el basquet por el handball. Aunque esa es otra historia.