Bariloche


Hace veinticinco años yo estaba en quinto año. Desde el otoño de cuarto año que solo tenía una fecha en mente. Once de agosto del ochenta y cuatro. No podìa parar de pensar en mi viaje de egresados. Me parecía EL momento de la secundaria. Me acuerdo de la reunión con los padres en la casa de Gustavo, en Deheza. De cuando estabamos en Quilmes con "el coordinador" que nos apuraba para empezar el contrato y aun algunos dudaban y yo le empecè a dictar los nombres. Y la nombré a Marisa primero, que ese dia no fue pero le dio los pesos argentinos a Fabiana. Por eso cuando fuimos a Bariloche Marisa era la pasajera nùmero uno de nuestra lista. Me acuerdo de la guita que juntábamos y juntábamos yendo a bailar a Bon Ami y poniendo plata. O no ponìamos plata todos los meses? Sé que con eso nos compramos los buzos en el Once, en una divertida tarde donde volviamos en el subte con una caja grande con los buzos, chochos de la vida! Alguien recordará, seguro, dónde hicimos el estampado. Cuánta plata sería? Porque además sobró para hacer una gran compra de supermercado donde nos compramos un montoooooon de alcohol y muchos sobres de jugo Inca. La cara del maitre en el Bariloche Center cuando pedimos jarras de agua y pelamos los sobres!!!!. Todo el viaje comiendo alfajores y chocolates que el padre del otro Gustavo nos habia regalado. En esa época mi hígado era otro.
Yo ya conocía Bariloche. Pero claro, no era lo mismo. Aunque no agarramos ni una nevada en la ciudad conocer ese lugar en invierno fue muy bueno. Yo tenía todo el viaje relatado en un cuaderno. Minuciosamente. La última vez que fuimos a Feliz Domingo lo perdí. Estaba dentro del bolso que nos chorearon cuando ganamos una prenda y fuimos a festejar. Estoy seguro que alguien más debe tener aun un registro como ese.
Volví a Bariloche en 1989 y en 2004. Primero de mochilero en tren, con Marisa. Y despuès en auto. Las dos veces pasè por la puerta del hotel. Pero la ùltima me animè a entrar. -Buenas tardes, señor. Mire, yo hace veinte años terminè la secundaria y estuve en este hotel. El señor, un hombre mayor, alto, rubio me mira y dice: -Ja! Veinte años?. y señalando el pasillo que comunica con las habitaciones agrega: -Quiere pasar a ver? Tenemos todo igual. Y se sonrió. Mirè el piso, los muebles, las ventanas sobre la calle, el televisor y por un breve instante me pareció oir un murmullo. Vi imàgenes rápidas, breves. La campera amarilla de Marcela, Eduardo que me daba un Marlboro. Era mi division! Preparándose para ir a almorzar...

2 hablaron:

nuncameolvidedeustedes dijo...
6 de noviembre de 2009, 16:15

Ese cuadro estuvo colgado por años en una de las paredes de mi cuarto de soltero en la casa de mis viejos en Lanús, hace ya casi 18 años que no vivo allí, pero frecuentemente voy y muchas oportunidades, me quedaba a dormir.. post cumpleaños, fiestas, etc..
Al verlo, miraba a cada uno de ustedes y pensaba que suerte les habría, por la vida, ya que a la mayoría no los vi más, ni supe más... Bienvenida la internechi, ya que hizo que mi sueño se hiciera realidad, saber de mis queridos e intrañables, compañeros de secundaria.... este año el 31, brindaré por esto!!!

Anónimo dijo...
10 de noviembre de 2009, 15:35

eltiemponopasa:
Quizá uno de los sueños de toda mi vida era ir a Bariloche con mis amigos y compañeros.
Hoy 25 años después sigo mirando la foto y ya sé qué es de la vida(relativamente) de cada uno gracias a las nuevas tecnologías. Estoy feliz de haber concretado este sueño junto a Uds.
Beso enorme para todos....