Feliz Domingo


El año en que terminé la primaria una división de mi colegio se ganó el viaje a Bariloche en Feliz Domingo. La prima de Patricia era de ese curso. Cuando estábamos en tercero la división de la hermana de Marisa también ganó el viaje. Obviamente para mi curso no era tan descabellado fantasear con que nos pasara lo mismo.
Al comienzo de cuarto año la fantasía empezó a tomar forma de listas en las que se distribuian arbitrariamente supuestos participantes para las prendas. Esa hoja (que se guardaba en mi carpeta) sufría modificaciones constantes ya que, aun cuando faltaba mucho, todos opinaban. A esa altura ya conocíamos la forma en que se repartían las prendas así que sabíamos que lo mejor era estar bien preparados para casi todas. Y así se escuchaba que lo mejor para Forme la Palabra era un equipo totalmente integrado por varones, que uno de los Gustavos debía ir al Yo Sé y el otro a la prenda de baile, que alguien se iba a tener que aprender un planisferio de memoria por si nos tocaba Donde Ubico este País?, etc. Lo cierto es que justamente en 1983 el programa sufrió una modificación que marcó el inicio de su transformación (y a mi juicio el de su decadencia). Así que cada vez importaba menos tener a dos o tres "bochos" en la división sino demostrar destreza o simplemente tener suerte. La gran final de preguntas y respuestas por el viaje a Bariloche comenzó a ser reemplazada por "la emoción mayor de la television argentina". El primer año y pico la final fue un híbrido: una pregunta de "cultura general" y los que la pasaban iban a "la llave". Bajo ese sistema fue que mi división participó.
Despuès de ir innumerables veces con Eduardo al edificio del Pasaje Gelly conseguimos fecha para participar por fin en Domingos Para la Juventud (tal el nombre del programa en esa época). Fue el 29 de enero del 84, cuando pasábamos a quinto año. Mi familia había decidido vacacionar hasta el 31 pero yo no pensaba por nada perderme de ir así que me fui a la playa con mis listas de temas del Embalaje Medio. Tras un minucioso trabajo previo con Silvana nos habíamos repartido esa prenda y el Repechaje en el que ella era imbatible. Nunca precisamos de su participacion ya que siempre ganamos alguna prenda antes del final del programa pero doy fe que podía nombrar más de 40 dioses de Grecia y de Roma en solo 10 segundos. Un dia antes de ese 29 me tomé el micro y me vine temprano. Había quedado con mis compañeros en que hacíamos el gran ensayo final de todo en mi casa, la cual como tantas otras veces mi división tomó por asalto.
El gran dia me quedé dormido y como pensé que mis compañeros no me iban a esperar en la parada del 37 de la estación Lanús me lo tomé directamente en mi clásica parada de Pavón y Moreno pensando encontrarlos arriba del colectivo o directamente al llegar. La ansiedad me jugó una mala pasada porque mis queridos compañeros no iban a ir a Feliz Domingo sin mi y entonces me vinieron a buscar a mi casa. Yo ya me había ido. Las luces estaban prendidas porque se había cortado la luz durante la noche. Se asustaron, tocaron cientos de veces el timbre. Algunas cosas eran divertidas cuando no existían los celulares.
Mientras yo en el canal les explicaba a los productores lo que me pasaba y su solución era que yo eligiera una prenda unipersonal. Pensé que como sea mis compañeros iban a llegar entonces dije que no y elegí Forme la Palabra. Como se anotaron varios perdí el sorteo y me tocó Capitales, Paises y Banderas. Una prenda dificil, no apta para cualquiera. El tiempo pasaba y cuando ya casi nos estaban llamando para ingresar al estudio aparecen todos a las apuradas y con unas razonables ganas de decirme de todo. Pero como no había tiempo para mucho más le dijimos a Albertico que agarrara su machete y empezara a repasar porque el primer excuartosegunda que iba a participar era él.
Llegado el gran momento, compitiendo contra casi diez colegios, Albertico logró salir segundo aun cuando le tocó no sé qué dificil país asiático. Perdió por menos de un segundo. No hubo caso y yo debía ir al Embalaje con el que tanto había roto las guindas.
Lo cierto es que me sabía muchos temas, casi todos. Aunque había dejado para el final las Calles de Buenos Aires cuyos nombres comienzan con... y solo había logrado aprenderme las que empezaban con A, B o C. Del resto nada. Y para peor por esas épocas de la capital conocía poco y nada. Muchísimo menos de lo que conozco hoy día. Me toca el número 11. Una chica que ya habia estado me dice: "tranquilo porque el primer tema ni lo llegás a contestar, seguro se equivoca otro antes que vos." Bueno, que aliciente! Yo solo esperaba algun tema como para lucirme. De repente estamos en el aire. Dice la voz de Soldan "Calles de Buenos Aires cuyos nombres comiencen con M" Uh! Automaticamente mi memoria visual me llevó a la correspondiente columna en mi cuadernito Gloria color naranja. Pero solo lograba recordar tres nombres que, mirà que casualidad, me remitían a mis vacaciones en el mar: Miramar, Mar del Plata, Mar Dulce. Nada más. La chica había dicho que me despreocupara pero el resto contestaba: Montevideo, Miralla, Montiel, Miramar (uh, dijeron uno de los tres que sé), Membrillar, Mendoza, Mar del Plata (dicen justo al lado mio), Mar Dulce (dije y zafé). Lo cierto es que la ronda siguió, y todos contestaron y el participante número 1 volvió a contestar y así seguían todos y se me acercaban y yo no me acordaba de nada. La chica que tenía el número 10 dice claramente "Márgara" y yo no digo nada y me suena la campanita. Antes de que me mueva Soldán me pide que no me vaya y le pregunta a la chica què había dicho. La chica, convencida de que había mandado fruta, se hace la boluda. Gonzalito, la cinta! Pero resulta que Gonzalito se había colgado y no había grabado. Bueno, vamos con un nuevo tema. Pero el malo de la película del jurado (el "benemérito" profesor Candial) toma el micrófono y dice que dado lo que había pasado yo debía retirarme porque no había dado respuesta. Eeeh! Que injusticia! Revuelo en el estudio, mi cara en pantalla en medio de gritos que venían de todos los rincones. Pero no hubo caso, me tuve que ir.
Ser el primero en perder el Embalaje Medio tenìa el beneficio de tener todas las prendas a mi disposicion. La orden de mis compañeros había sido clara. De esto salíamos apelando a la unión grupal. Sumando en Equipo era parecida a la prenda en la que no habíamos podido participar. La diferencia era que en este caso no habia que formar palabras de seis letras sino números de cinco cifras que un sexto participante iba sumando en un pizarrón. Eduardo, Lancha, los dos Gustavos, Flavio y yo fuimos el equipo. La clave ahì era no solo contar con alguien que supiera sumar sin equivocarse (nada dificil de hallar en mi división) sino en que los que corrían no se tenían que chocar entre si a fin de optimizar el tiempo. En general se veía a los que participaban atropellarse unos a otros, queriendo llegar todos a la vez al canasto donde se tiraban los carteles o la mesa donde se los buscaba. Entonces ideamos un sistema rápido y eficaz: el primero en llegar a la mesa agarra el último cartel y sale rápido por su derecha sin entorpecer al que viene atrás. Y así sucesivamente. Lo habíamos practicado en el patio de Gustavo, en el fondo de la casa de Liliana, en mi terraza y cuando llegó el momento salió a la perfección. Por afano les ganamos a los otros tres colegios y todo concluyò con la típica escena tantas veces vista donde una mitad de la division se tira arriba de la otra mitad, todos se abrazan exaltados y etc.
Fui a la final. Me saquè el gusto. Lo loco es que no recuerdo cuál fue la famosa pregunta "de cultura general" que nos dejó afuera esa vez. Mucha fue la bronca. Pensaba que con el viejo sistema, contestando preguntas sobre temas de la currícula, no hubiera tenido problema dados mis ayudantes.
Nos regalaron un par de botas y un reloj de pulsera que creo que era mentira. Además todo eso había que ir a buscarlo personalmente a un lugar por zona norte, creo. Ese día, como volvería a suceder, se terminaba ganando el viaje a Bariloche el que sacaba la última llave.
Pronto iba a haber nueva chance, pero antes de eso mi división sufriría un nuevo embate, más crudo que el anterior.